- La plataforma de la Red x en Brasil presenta un documento a la Corte Suprema.
- Aseguran haber cumplido con las órdenes del tribunal.
- Buscan restablecer el servicio que tenía 20 millones de usuarios en el país.
Los nuevos representantes de X entregaron este jueves un documento a la Corte Suprema de Brasil, en el que afirman haber cumplido con todas las exigencias del tribunal y solicitan la reactivación de sus servicios.
La solicitud fue enviada al magistrado Alexandre de Moraes, encargado de un caso sobre la difusión de información falsa y delitos de odio en internet. El 31 de agosto, Moraes suspendió las actividades de la empresa de Elon Musk en Brasil.
El juez tomó esta decisión después de que la compañía se negara repetidamente a cumplir las órdenes de la Corte, que requerían la suspensión de perfiles que difundían desinformación y mensajes de odio.
X también había retirado a sus representantes legales en Brasil y no pagó multas por casi cuatro millones de dólares, entre otros incumplimientos.
Musk respondió a Moraes en su propia red social, llamándolo “dictador” y acusándolo de violar la Constitución brasileña. Sin embargo, ha comenzado a aceptar algunas decisiones del tribunal.
En el documento presentado hoy, los nuevos representantes de X aseguran que finalmente han cumplido con las órdenes judiciales y solicitan formalmente “el restablecimiento de la plataforma en Brasil”.
Antes de la suspensión, X contaba con alrededor de 20 millones de usuarios en Brasil y había estado bajo vigilancia judicial por permitir la difusión de información errónea y mensajes de odio, en su mayoría relacionados con activistas de extrema derecha.
Esta situación se reflejó en la sentencia del juez De Moraes, quien el 31 de agosto ordenó la suspensión de X por sus “reiterados incumplimientos de órdenes judiciales y pago de multas”.
De acuerdo con el magistrado, estas acciones tenían como objetivo “crear un ambiente de impunidad y una ‘tierra sin ley’”, facilitando la actividad de grupos extremistas y milicias digitales mediante la “difusión de discursos nazis, racistas, fascistas, de odio y antidemocráticos”.