- La violencia entre Israel y Hizbulá ha escalado a niveles alarmantes.
- Se han registrado centenares de muertos en una serie de bombardeos recientes.
- Ambas partes parecen estar preparándose para una confrontación mayor.
El conflicto entre Israel y el grupo chií Hizbulá ha alcanzado un nuevo umbral de intensidad, casi un año después de su inicio. En la actualidad, el enfrentamiento se sitúa en un punto crítico, donde la posibilidad de una guerra abierta se siente más cercana que nunca.
Este lunes, diversas áreas en el sur y el este del Líbano fueron blanco de intensos bombardeos israelíes, resultando en cientos de víctimas. Esta ola de ataques representa el mayor número de muertos en un solo evento desde el inicio de las hostilidades.
A continuación, se presentan cuatro puntos clave para comprender la situación actual:
Un cambio drástico
Desde el inicio de los combates el 8 de octubre de 2023, ha habido altibajos en la tensión. La última escalada ocurrió durante el verano, cuando Israel responsabilizó a Hizbulá por un ataque mortal en los Altos del Golán. La ejecución del comandante Fuad Shukr en represalia fue vista como un cierre temporal del conflicto, aunque el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, advertía de que la amenaza persistía.
Tres ataques significativos
El regreso a una aparente normalidad se interrumpió abruptamente el pasado martes con la detonación de múltiples explosivos en manos de Hizbulá en varias regiones del Líbano. Al día siguiente, otra serie de explosiones causó la muerte de 37 personas y dejó más de 2,900 heridos. La situación se agravó cuando un bombardeo israelí derrumbó dos edificios en las afueras de Beirut, dejando un saldo de al menos 45 muertos.
Un nuevo capítulo de confrontación
Ambas partes han reconocido que han entrado en una fase más intensa del conflicto. Hizbulá, representado por su número dos Naim Qassem, ha calificado esta etapa como “una fase de ajuste de cuentas abierta”. Israel, por su parte, se ha comprometido a llevar a cabo ataques continuos hasta que se logre el retorno de 60,000 desplazados en la frontera, como reiteró su ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Hizbulá en una posición delicada
A pesar de haber incrementado su respuesta al disparar alrededor de 150 cohetes hacia Israel, Hizbulá está mostrando contención. El movimiento ha declarado que no busca una guerra y que su apoyo a Gaza cesará cuando termine el conflicto. Sin embargo, Israel parece decidido a modificar la situación actual en su frontera norte, lo que podría llevar a un aumento en las hostilidades.
“No abandonaremos el campo de batalla sin la victoria. No nos dejaremos intimidar y estamos listos para enfrentar todas las posibilidades”, declaró Naim Qassem.