- Un informe de Global Witness sitúa a Colombia como el país más peligroso para los defensores del medioambiente.
- El Gobierno colombiano ha reconocido la seriedad de la situación y está tomando medidas para proteger a estos líderes.
- Se está promoviendo el Acuerdo de Escazú como una estrategia clave para abordar la violencia contra los defensores del entorno natural.
El Gobierno de Colombia ha reconocido la severidad de los ataques contra los defensores ambientales, tras la publicación de un informe de Global Witness que coloca al país como el más peligroso del mundo para quienes protegen el medioambiente. El informe de 2023 reporta 79 asesinatos de defensores en Colombia, representando el 40% de los homicidios globales de líderes ambientales y estableciendo un récord desde que Global Witness comenzó a rastrear estos crímenes en 2012.
El Ministerio de Ambiente ha expresado su preocupación por el hecho de que Colombia ocupe el “deshonroso primer lugar” en asesinatos de defensores. En respuesta, el Gobierno está implementando una estrategia integral para garantizar la seguridad de estos líderes, colaborando con los ministerios del Interior y Defensa, entre otros. También se ha aumentado considerablemente el presupuesto para la protección colectiva y se ha incrementado en un 400% la financiación de la Dirección de Derechos Humanos para enfrentar los ataques y asesinatos.
Acuerdo de Escazú
El Gobierno apoya el Acuerdo de Escazú, recientemente ratificado por la Corte Constitucional. Este acuerdo internacional asegura derechos como el acceso a la información y la justicia en asuntos ambientales, además de ofrecer protección a los defensores del medioambiente. Según el Gobierno, el Acuerdo de Escazú resulta crucial para combatir la violencia contra estos líderes y asegurar que la naturaleza y sus defensores no sean considerados un “botín de guerra”.
Colombia lidera el ranking de países con más asesinatos de defensores ambientales desde 2012, con un total de 461 muertes registradas en la última década. Este año, el país será sede de la COP16, una cumbre de biodiversidad de alto nivel, donde se espera discutir temas clave como la protección de los defensores ambientales y la conservación del medioambiente.