A pesar del rechazo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), el Gobierno de Bolivia, bajo la presidencia de Luis Arce, ha decidido seguir adelante con la propuesta de referendo sobre la reelección presidencial y la subvención de los carburantes.
El TCP declaró que las preguntas enviadas por el presidente para el referendo eran improcedentes porque no contaban con un informe técnico positivo del Tribunal Supremo Electoral (TSE). La resolución del TCP, divulgada recientemente, señala que el referendo no podrá realizarse en diciembre junto con las elecciones judiciales debido a los tiempos legales.
El ministro de Justicia, Iván Lima, explicó que, aunque el Gobierno no recibió la notificación oficial del TCP a tiempo, se enviarán nuevamente las preguntas al TSE para obtener el informe requerido. Una vez que el TSE responda, las preguntas serán re-enviadas al TCP con el mismo objetivo de realizar una consulta nacional.
Arce había propuesto el referendo para el 6 de agosto, abordando temas como la reelección presidencial, los subsidios a los carburantes y la redistribución de escaños parlamentarios basados en el reciente censo. Sin embargo, el TCP rechazó la pregunta sobre los escaños y pidió ajustes en las otras preguntas para mayor claridad y precisión.
El referendo ha enfrentado críticas tanto de opositores como de expertos. Se considera inconstitucional porque podría evadir el control legislativo, donde el presidente no tiene suficiente apoyo. Además, los críticos argumentan que la consulta sobre los combustibles no solucionará la crisis económica del país, exacerbada por la falta de dólares.
El Gobierno boliviano sigue comprometido en avanzar con el referendo, buscando escuchar la voz del pueblo en decisiones clave para el país.