- Un tribunal indonesio decide indemnizar con 3.180 dólares a las familias de los niños fallecidos y con 3.800 dólares a los sobrevivientes con secuelas.
- La indemnización es menor a la solicitada, generando preocupación y angustia entre los familiares.
- La crisis sanitaria comenzó en 2022 por jarabes contaminados, y la OMS alertó sobre casos similares en otros países.
Indemnizan a las familias de niños fallecidos y sobrevivientes por la crisis sanitaria de 2022
Un tribunal en Indonesia dictó el jueves que cada familia de los 206 niños que fallecieron en 2022 a causa de jarabes contaminados recibirá alrededor de 3.180 dólares. Las familias de los 120 niños que sobrevivieron pero presentan secuelas recibirán aproximadamente 3.800 dólares. Esta resolución, anunciada a través de la página web del tribunal, resulta significativamente inferior a la cantidad solicitada por los demandantes, que ascendía a 3.000 millones de rupias (aproximadamente 183.000 dólares) para cada familia de niños fallecidos y 2.000 millones de rupias (unos 123.000 dólares) para las de los sobrevivientes con secuelas.
La decisión había generado gran expectación y angustia entre los afectados, quienes habían estado esperando el veredicto desde el 1 de agosto, cuando se pospuso inicialmente. Nedy Amardianto, cuya hija Aisha murió a los 11 meses tras ingerir uno de los jarabes contaminados, expresó su frustración por la demora y la cantidad de la indemnización.
Los demandantes no solo buscan compensación económica, sino también una cobertura sanitaria adecuada para los niños que sobrevivieron con secuelas. Las familias afectadas responsabilizan a las farmacéuticas y autoridades por el uso de componentes tóxicos en lugar de ingredientes seguros.
La crisis sanitaria en Indonesia comenzó en agosto de 2022 con la aparición de fallos renales en niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la contaminación de jarabes en Gambia en octubre de ese año, lo que llevó a una investigación que reveló el uso de dietilenglicol y etilenglicol en lugar de propilenglicol. La alerta se extendió a otros países, aunque aún no se ha encontrado un vínculo claro entre todos los casos.