- Trump y los republicanos acusan a Kamala Harris y Tim Walz de políticas migratorias radicales.
- La campaña republicana utiliza leyes de Minnesota para atacar a Harris en el tema de inmigración.
- Walz ha firmado legislaciones que benefician a inmigrantes indocumentados, generando controversia.
El Partido Republicano ha redoblado sus esfuerzos para atacar a Kamala Harris, destacando las políticas migratorias del nuevo compañero de fórmula de la vicepresidenta, Tim Walz. La campaña de Donald Trump se ha enfocado en las leyes de Minnesota que abren servicios estatales a inmigrantes indocumentados, presentando estas políticas como ejemplos de las tendencias “radicales” de la fórmula Harris-Walz. J.D. Vance, candidato republicano a la vicepresidencia, ha calificado a Walz de “radical” y ha prometido que Trump frenará la inmigración, mientras Trump critica a Walz por su enfoque en la seguridad fronteriza.
Trump ha usado un video del Partido Republicano para atacar a Harris y Walz, donde se muestra a Walz apoyando los estados y ciudades santuario. En respuesta, el equipo de Harris señala que la vicepresidenta y Walz respaldan un acuerdo fronterizo bipartidista que los republicanos bloquearon y las acciones del presidente Joe Biden para reducir los cruces fronterizos.
Legislaciones de Walz
La campaña de Trump se centra en legislaciones de Walz que favorecen a los inmigrantes. Entre estas medidas, se destaca la ley que permite a los inmigrantes indocumentados en Minnesota obtener licencias de conducir, así como su inclusión en MinnesotaCare, un programa de seguros médicos. Además, los residentes indocumentados con ingresos bajos son elegibles para la Beca North Star Promise, que cubre matrícula universitaria en el estado.
La controversia en torno a estas políticas sirve como plataforma para que los republicanos ataquen la posición de Harris en inmigración. Greg Abbott, gobernador de Texas, ha criticado a Harris y Walz, sugiriendo que sus políticas fomentan una mayor inmigración ilegal. Estas tácticas subrayan cómo las políticas estatales pueden convertirse en puntos de ataque en el ámbito nacional.