Este miércoles, miles de personas en diversas ciudades de Inglaterra se manifestaron pacíficamente para rechazar el racismo, la islamofobia y el odio. La protesta, que buscaba evitar disturbios de extrema derecha, se realizó en medio de un fuerte despliegue policial.
Los participantes se reunieron en lugares como Londres, Birmingham, Liverpool, Southampton, Sheffield y Newcastle, portando banderas y carteles con mensajes como “Aquí no son bienvenidos los que odian” y “Detengamos a la extrema derecha”. La policía estableció medidas de seguridad para prevenir violencia, contra racismo y los manifestantes corearon consignas como “¿Las calles de quién?” con la respuesta “¡Nuestras calles!”.
Respuesta de las Autoridades
La ministra del Interior británica, Yvette Cooper, agradeció a la policía por su esfuerzo en proteger a las comunidades locales. Más de 6.000 agentes antidisturbios fueron movilizados para evitar una repetición de los disturbios recientes, que incluyeron saqueos, incendios y ataques a un hotel que alojaba solicitantes de asilo.
El primer ministro, Keir Starmer, advirtió que se tomarían “todas las medidas necesarias” para controlar los disturbios y aplicar la ley con firmeza.
Origen de las Protestas
Los disturbios comenzaron el 30 de julio tras el asesinato de tres niñas en Southport por un joven de 17 años, Axel Rudakubana. Grupos de extrema derecha reaccionaron basándose en información errónea de redes sociales sobre el joven, quien era hijo de migrantes ruandeses.
Desarrollo Judicial
Este miércoles, Derek Drummond, de 58 años, fue condenado a tres años de prisión por su participación en los disturbios de Southport. Otros dos individuos, Declan Geiran y Liam Riley, también recibieron condenas por su implicación en la violencia.
El rey Carlos III, que recibe informes sobre los disturbios, no ha planeado una intervención pública, manteniendo la neutralidad de la monarquía mientras se encuentra de vacaciones en Escocia.