- El gobierno chavista de Nicolás Maduro intensifica su campaña con ataques verbales a los opositores.
- Maduro hace promesas de continuidad y advierte sobre supuestas amenazas de conflicto en caso de perder.
- La estrategia electoral incluye un discurso triunfalista y una postura desafiante ante las encuestas desfavorables.
El chavismo, que dirige Venezuela desde 1999, continúa afianzando su control con la intención de prolongar su mandato bajo la dirección de Nicolás Maduro, especialmente en el marco de las próximas elecciones presidenciales. Maduro, quien ocupa la presidencia desde 2013, busca mantenerse en el poder, con la esperanza de gobernar hasta 2030. La campaña actual se caracteriza por una retórica agresiva y descalificaciones hacia los candidatos opositores, especialmente a Edmundo González Urrutia, representante de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
En sus actos de campaña, Maduro repite constantemente la frase “más nunca volverán” en referencia a la oposición. Esta declaración forma parte de su estrategia para consolidar su permanencia en el poder, en medio de un ambiente electoral marcado por pronósticos desfavorables de las encuestas.
Ataques verbales como estrategia de campaña
El presidente chavista utiliza insultos y ataques personales para desacreditar a sus rivales, evitando mencionar nombres específicos pero dejando claro a quiénes se refiere. Terminos como “mamarracho” y “pataruco” se dirigen principalmente a González Urrutia, de 74 años. Los líderes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) siguen esta línea y también lanzan acusaciones sin pruebas concretas contra los candidatos opositores.
La obsesión por la permanencia en el poder
La idea de un chavismo eterno no es nueva. Hugo Chávez, el fundador de la “revolución bolivariana”, prometió gobernar hasta 2021, pero falleció en 2013. Su sucesor, Nicolás Maduro, mantiene la visión de un gobierno chavista perpetuo y asegura que la oposición nunca volverá a ganar la presidencia. Maduro también ha establecido acuerdos económicos a largo plazo con países como Irán, Rusia y Cuba, lo que podría complicar una revisión de estos tratados en un posible cambio político en Venezuela.
Un discurso triunfalista y preparativos para la victoria
A pesar de las encuestas desfavorables, el chavismo mantiene un discurso triunfalista y convoca a sus seguidores a celebrar una victoria inminente. Maduro ha afirmado que el pueblo venezolano le dará una “paliza” a la oposición el 28 de julio. El presidente, a través de su canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), ha continuado repitiendo este mensaje en sus mítines, sin permitir la presencia de medios independientes.
Maduro plantea las elecciones como una dicotomía entre “la paz o la guerra”, sugiriendo que su victoria garantizará la estabilidad del país. Según el gobierno, el eventual reclamo de fraude por parte de la oposición desencadenará disturbios, lo cual, según ellos, afectará el orden público.