En su primer partido en los Juegos Olímpicos de París, Argentina perdió 2-1 contra Marruecos. El juego fue interrumpido por casi dos horas debido a incidentes con los hinchas marroquíes, y el gol de empate de Cristian Medina fue anulado por el VAR.
El árbitro sueco Glenn Nyberg detuvo el partido después de que hinchas marroquíes invadieron el campo y lanzaron objetos. Tras desalojar el estadio, el juego se reanudó con el marcador 2-1. El gol de Medina, que había empatado el partido en tiempo extra, fue invalidado por una posición adelantada.
Javier Mascherano, el entrenador de Argentina, expresó su frustración: “No tengo una explicación para los jugadores. La revisión tardó mucho y el partido se reanudó después de una larga pausa.”
Soufiani Rahimi marcó los dos goles para Marruecos a los 45 y 49 minutos. Giuliano Simeone anotó para Argentina a los 68 minutos, pero no fue suficiente para igualar el marcador.
El partido, celebrado en el estadio Geoffroy-Guichard, fue complicado desde el inicio debido a la hostilidad de la afición marroquí. Argentina había ganado en este mismo estadio en el Mundial de 1998, pero esta vez se enfrentó a muchos problemas.
Con el primer gol de Marruecos, Rahimi aprovechó un buen pase de Bilal El Khannouss para marcar. En la segunda mitad, un penal polémico a favor de Marruecos, convertido por Rahimi, complicó aún más las cosas para Argentina.
A pesar de los esfuerzos de Argentina, que hizo cambios para intentar mejorar, el gol anulado a Medina y el poco tiempo restante evitaron una posible remontada.
Ahora, Argentina necesita ganar sus próximos partidos, comenzando con el de contra Irak el sábado, para tener opciones de avanzar en el torneo.
Mascherano se mostró decidido: “Necesitamos ganar nuestros próximos dos partidos para seguir en la competición.”