Aumento en venta de Hiyabs
Desde que la ‘Policía de la Moral’ ha intensificado su presencia en las calles de Teherán, Mahshid, vendedora de hiyabs en el norte de la ciudad, ha experimentado un cambio notable en su negocio. “Muchas mujeres dejaron de comprar y de usar el velo después de la muerte de Mahsa Amini en 2022”, explica Mahshid. Sin embargo, con el retorno de las autoridades que vigilan el cumplimiento del código de vestimenta islámico, las ventas en su tienda han mostrado una recuperación significativa. “Ahora, numerosas mujeres vienen, preguntan precios y se llevan velos de diferentes colores y estampados”, comenta la comerciante.
La situación no es única para Mahshid. Afshin, otro vendedor de velos en un centro comercial cercano, también ha observado un incremento en las ventas. “Durante un tiempo, después de la muerte de Amini, las ventas cayeron considerablemente”, afirma Afshin. No obstante, desde que las autoridades incrementaron sus esfuerzos por hacer cumplir las normativas del velo islámico, Afshin ha visto cómo las ventas diarias han comenzado a recuperarse. “Ahora vendemos alrededor de 30 velos al día, una mejora comparado con el período posterior a las protestas”, añade.
Para muchas iraníes, el uso o no del hiyab se ha convertido en un acto de resistencia o precaución. Melika, una ama de casa de 39 años, quien había dejado de usar el velo en solidaridad con las protestas tras la muerte de Amini, recientemente ha vuelto a cubrirse el cabello. “Después de ver los arrestos violentos de chicas en las calles con la vuelta de la policía de la moral, empecé a usarlo nuevamente”, explica Melika. Esta fluctuación en el comportamiento de las consumidoras refleja el impacto directo de las políticas gubernamentales en las decisiones personales y sociales en Irán.