En Milwaukee, Wisconsin, la Convención Nacional Republicana se reanudó este martes con la inmigración como tema principal. Los oradores resaltaron un punto crucial de la campaña de Donald Trump, quien obtuvo apoyo en 2015 con su enfoque en este tema.
Familias afectadas por crímenes violentos hablaron, incluyendo la familia de Rachel Morin, una mujer de Maryland asesinada por un fugitivo de El Salvador. Trump menciona este caso en su campaña para vincular la delincuencia con las políticas de inmigración.
Trump critica el aumento de inmigrantes ilegales en la frontera sur. Aunque los cruces ilegales han disminuido desde que el presidente Joe Biden limitó las solicitudes de asilo, Trump sigue destacando este tema en sus mítines, citando crímenes cometidos por inmigrantes y el tráfico de drogas como el fentanilo. Sin embargo, datos muestran que muchos contrabandistas de fentanilo son ciudadanos estadounidenses.
Trump promete la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos y afirma, sin pruebas, que los inmigrantes votarán ilegalmente en las elecciones de 2024. Steve Scalise, líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, declaró: “Biden y Harris quieren que los ilegales voten ahora que han abierto la frontera”.
Los candidatos al Senado también culparon a Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris por el número de migrantes en la frontera. David McCormick, candidato por Pensilvania, vinculó a su rival, el senador Bob Casey, con las “fronteras abiertas de Biden-Harris-Casey”.
Kari Lake, candidata al Senado por Arizona, criticó a los medios y culpó a los demócratas por la situación en la frontera, afirmando que están “llenos de malas ideas”.
Varios rivales de Trump en las primarias republicanas también hablaron el martes, incluyendo a Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, Ron DeSantis, gobernador de Florida, y Vivek Ramaswamy, empresario.