- Mortadelo y Filemón iluminan las calles de Barcelona.
- Un homenaje a la figura del historietista en su 88 aniversario.
- Nuevas ediciones y su obra póstuma mantienen vivo su legado.
El historietista Francisco Ibáñez, fallecido hace un año, dejó una huella imborrable en la cultura española. Este 15 de julio, día en que habría cumplido 88 años, su legado se manifiesta en un semáforo en Barcelona, adornado con los emblemáticos personajes Mortadelo y Filemón. Desde octubre pasado, estos icónicos espías regulan el tráfico con sus siluetas, en un tributo al creador y en el barrio de Sant Martí, donde vivió, frente a la biblioteca Gabriel García Márquez, que conserva toda su obra.
La propuesta, originada en las redes por un profesor retirado llamado Francisco José Ibáñez, no tiene relación familiar con el artista, pero surgió durante un viaje a Aarhus, Dinamarca, donde se inspiró en semáforos con imágenes de vikingos. El Ayuntamiento de Barcelona respaldó rápidamente la iniciativa, tras recibir el visto bueno de la familia y la editorial Bruguera.
La obra que perdura
Núria Ibáñez, la hija del historietista, comentó que a su padre le habría encantado la idea: “Pensaría que sería divertidísimo ver a Mortadelo y Filemón cambiar constantemente de verde a rojo; estaría encantado”.
Unas semanas antes de conmemorar el primer aniversario de su muerte, llegó a las librerías la obra póstuma ‘París 2024’, un proyecto inacabado en el que Ibáñez trabajó hasta sus últimos días.
“Tengo muchos armarios por abrir, y si dentro de un cajón o un armario aparece algo inédito, llegará al público porque, evidentemente, no lo guardaremos en el olvido”, reiteró, subrayando el deseo de la familia de que el legado de Ibáñez “perdure” y “capture a nuevas generaciones”. El álbum permite a los lectores apreciar la calidad del lápiz en comparación con la obra final, destacando la expresividad de los personajes y la comicidad de las escenas.
‘París 2024’ no cuenta con un final, lo que invita al lector a convertirse en guionista, imaginando cómo culminará la historia, basándose en su experiencia con las múltiples viñetas de Ibáñez.
Además, en mayo, Bruguera reeditó las aventuras más emblemáticas de Mortadelo y Filemón en un álbum titulado ‘Super Olimpiadas del Humor’, que reúne relatos de diversas olimpiadas.
El impacto de Ibáñez es universal, y su obra es admirada por personas de todas las edades y profesiones, según su hija.
Homenajes y reconocimientos
En el primer aniversario de su fallecimiento, se han realizado varios homenajes, incluyendo una exposición en el último salón Cómic Barcelona, que presentó cerca de cincuenta obras originales, algunas inéditas. La exhibición mostró desde tiras de ‘Koloko’ (1957) hasta trabajos publicitarios y primeras versiones de Mortadelo y Filemón.
En el mismo evento, se realizó la exposición ‘El Ibáñez de la profesión’, que incluyó tributos de colegas en su 80 cumpleaños.
Asimismo, en octubre, el Ayuntamiento de su ciudad natal le otorgó póstumamente la Medalla de Oro de la Ciudad al Mérito Cultural.
Un sello conmemorativo
El reconocimiento más reciente llegó esta semana con el lanzamiento de un criptosello, el primero de España, dedicado a Mortadelo y sus disfraces emblemáticos. Además, se emitió un nuevo sello en la serie ‘Personajes’, rindiendo homenaje a Ibáñez.
El sello físico presenta a Mortadelo con su atuendo clásico, mientras que el criptosello cuenta con cinco imágenes de sus disfraces más icónicos, como los de ‘El sulfato atómico’ (1969) y ‘Mundial de Baloncesto 2023’ (2023). Cada sello físico está vinculado a una imagen digital, accesible mediante un código QR que permite ver el disfraz en realidad aumentada tras la compra.