- Migrantes en la provincia agrícola de Latina, al sur de Roma, enfrentan explotación laboral.
- Incidente fatal reciente subraya condiciones precarias y falta de derechos laborales.
- Sindicatos y comunidad migrante demandan acciones para combatir el ‘caporalato’.
En las primeras horas del día, migrantes como Shoda, un joven indio de 29 años, se desplazan en bicicleta hacia los campos de Latina, una destacada provincia agrícola en el sur de Roma. Esta región, reconocida por su alta productividad en Italia, emplea a cerca de 30,000 trabajadores agrícolas, de los cuales el 70% son extranjeros, muchos de ellos en situación irregular y sin contrato formal.
Shoda, originario de la región de Punjab, como la mayoría de los migrantes en Latina, trabaja recolectando frutas y verduras desde su llegada a Italia hace dos años. A pesar de su satisfacción con el trabajo, se indigna por el trágico accidente reciente de su compatriota Satnam Singh, quien perdió la vida tras un grave incidente en una finca local. “Tratado como un animal”, lamenta Shoda, refiriéndose al abandono de Singh luego de un accidente que le costó un brazo y la vida.
Críticas al sistema
El incidente ha avivado las críticas hacia el ‘caporalato’, un sistema ilegal que persiste en la agricultura italiana, donde intermediarios conocidos como capataces seleccionan y gestionan a los trabajadores, aprovechándose de mano de obra barata y vulnerando derechos laborales básicos. Sindicatos como el CGIL han intensificado sus esfuerzos para informar a los jornaleros migrantes sobre sus derechos, destacando la necesidad urgente de cambios legislativos y acciones efectivas por parte de las autoridades.
Esta tragedia ha provocado un debate nacional sobre las condiciones laborales en el sector agrícola italiano, mientras diversas partes, incluidos sindicatos y la comunidad migrante, presionan por reformas significativas que erradiquen la explotación y mejoren las condiciones de trabajo en una de las principales regiones productoras de Europa.