- El grupo de derechos humanos Stop Uyghur Genocide ha lanzado una campaña legal para bloquear la oferta pública inicial (OPI) de Shein en la Bolsa de Londres, alegando prácticas laborales indebidas por parte del minorista de ropa.
- La medida surge después de que Shein presentara confidencialmente los documentos necesarios ante el regulador de los mercados británico para iniciar el proceso de cotización a finales de este año.
El grupo de derechos humanos Stop Uyghur Genocide, con sede en el Reino Unido, ha iniciado una campaña legal con el objetivo de bloquear la cotización de Shein en la Bolsa de Londres. Según el bufete de abogados Leight Day, que representa al grupo, la campaña se basa en acusaciones de prácticas laborales indebidas por parte del minorista chino de ropa.
Medidas legales y respuesta de las autoridades
Shein presentó el lunes de manera confidencial los documentos necesarios ante el regulador de los mercados británico para iniciar el proceso de una posible cotización en Londres a finales de este año. En respuesta, Leight Day ha escrito a la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido (FCA), solicitando que rechace cualquier intento de cotización por parte de Shein.
Sin embargo, la FCA no tiene poderes de investigación sobre presuntas infracciones de la legislación que no son de su competencia, como la Ley de Esclavitud Moderna o la legislación fiscal. Esto limita su capacidad para intervenir directamente en el caso basado en las acusaciones presentadas por Stop Uyghur Genocide.
Otras campañas contra Shein
Stop Uyghur Genocide no es el único grupo que ha expresado su oposición a la OPI de Shein en el Reino Unido. Amnistía Internacional (AI) también ha criticado la posible cotización, afirmando que sería una “vergüenza” para la Bolsa de Londres aceptarla. Según AI, permitir la cotización de Shein sería un ejemplo de cómo las grandes empresas pueden violar los derechos de los trabajadores sin consecuencias.
Amnistía Internacional ha señalado que el modelo de negocio de Shein implica subcontratar la fabricación de prendas a una cadena de productores más pequeños en China, donde no existe el derecho legal de sindicalización y hay poca transparencia en los salarios. Además, AI ha subrayado que Shein no proporciona informes sobre el abastecimiento y trazabilidad de las materias primas utilizadas en su cadena de suministro, y que muchas de sus prendas están hechas con materiales dañinos para el medio ambiente.