- Nuevas oportunidades para obtener la residencia en EE.UU.
- Cambios legales benefician a cónyuges de ciudadanos estadounidenses.
- Proceso de regularización simplificado bajo el nuevo programa.
Testimonio de un matrimonio indocumentado
María Villanueva y Gustavo Villeda se conocieron en 2019 en una iglesia de Silver Spring, un suburbio al norte de la capital de Estados Unidos. A pesar de su amor, María era reticente a casarse con Gustavo, originario de Guatemala y sin estatus legal en EE.UU., por miedo a las complicaciones. Sin embargo, después de años de relación y un hijo en común, decidieron unirse en matrimonio el verano pasado en Laurel, Maryland.
“Yo decía que nunca me iba a casar con alguien que no tuviese papeles, por miedo y por la angustia de que pudieran separarnos”, comenta María de 32 años.
Ella dejó México a los 7 años para reunirse con su padre en EE.UU., mientras que Gustavo emigró como adulto en busca del ‘sueño americano’ para ayudar económicamente a su hija en Guatemala.
Programa para cónyuges
Después de años de incertidumbre, Gustavo ahora ve una luz al final del túnel gracias al nuevo programa anunciado por el Gobierno de Biden, que permitirá a más de medio millón de migrantes, incluyéndolo a él, regularizar su estatus en el país.
El principal obstáculo hasta ahora ha sido el factor económico, según la pareja. “Sufro de migraña severa, hemos necesitado el dinero para médicos y no lo hemos podido destinar a la solicitud (de regularización)”, puntualiza María.
Las nuevas medidas están diseñadas para beneficiar a las personas casadas con ciudadanos estadounidenses, como es el caso de Gustavo, quienes podrán iniciar el proceso para obtener la residencia en EE.UU..
“Es una esperanza para muchos”, expresa Gustavo, quien aún está asimilando las posibilidades que se abren ante él.
El permiso conocido como ‘parole’ proporciona protección contra la deportación y permite a los beneficiarios solicitar un permiso de trabajo. Con este permiso laboral, los migrantes que entraron al país de manera irregular pueden iniciar su camino hacia la residencia y eventualmente la ciudadanía.
Requisitos para acceder al programa
Para calificar, la persona debe haberse casado con un ciudadano estadounidense antes del 17 de junio de 2024 y haber vivido en EE.UU. durante al menos 10 años.
Sin embargo, la pareja no ignora la incertidumbre política que se cierne sobre el futuro del programa, especialmente con las elecciones presidenciales próximas en noviembre.
“Nos preocupa que todo esto pueda quedar en nada, que se pueda echar a perder por un cambio de gobierno o por disputas entre ellos”, expresa María, aunque está decidida a seguir adelante y aprovechar el tiempo previo a las elecciones.
“Asumimos los riesgos”, añade, “y esperamos que respeten a las familias que están pasando por esta situación y han estado luchando por una reforma”.
A pesar de las dificultades, María y Gustavo encuentran esperanza en el horizonte y están determinados a seguir buscando soluciones para su familia.