El PAN, a través de sus Comités Ejecutivos Nacional y Estatal en Veracruz, ha denunciado una persecución política contra el senador electo Miguel Ángel Yunes y su familia, atribuida a la gobernadora electa Rocío Nahle. Según el partido, Nahle ha empleado “acusaciones infundadas, difamaciones, y maniobras legales”, utilizando la Fiscalía para hostigar y amenazar a sus opositores, violando el Estado de derecho.
Marko Cortés Mendoza, presidente nacional del PAN, y Federico Salomón Molina, presidente estatal, solicitaron tanto a Nahle como al presidente Andrés Manuel López Obrador que cesen esta persecución. Denunciaron que Rocío Nahle está abusando de su autoridad y violando la ley al anunciar su intervención ante la Fiscalía General del Estado para impedir que el senador electo Miguel Ángel Yunes Márquez asuma su cargo, además de pedir la reactivación de un proceso penal en su contra para detenerlo.
Los líderes del PAN consideran estas acciones un abuso de poder, destacando que una gobernadora electa no puede dictar instrucciones al Fiscal, quien debería ser autónomo. “Esta declaración refleja una visión autoritaria del ejercicio del gobierno y una violación al Estado de derecho”, afirmaron.
Añadieron que Nahle pretende gobernar de manera autoritaria, pues ha manifestado su intención de “gobernar con mano dura” y perseguir a quienes se atrevan a disentir, con el objetivo de intimidar a la oposición que defiende visiones distintas para México y Veracruz.
Según el Partido de Acción Nacional, la persecución contra Yunes se basa en su intención de ser candidato a Presidente Municipal de Veracruz en 2021. Argumentan que se le acusa falsamente de no residir en el municipio, a pesar de que el Tribunal Federal Electoral, el INE y el juez que sigue la causa han reconocido que Yunes tiene su domicilio en el estado. “No hay delito alguno, solo una clara intención política de impedir su llegada al Senado”, concluyeron.