En la Base Aérea de Santa Lucía, Estado de México, el Ejército Mexicano conmemoró el 58 aniversario del Plan DNIII, un programa crucial para la respuesta rápida ante emergencias y desastres naturales en todo el país. Esta celebración reunió a unidades especializadas que han sido fundamentales para proporcionar asistencia inmediata a la población civil en momentos críticos.
Durante el evento, el comandante del Ejército Mexicano, Celestino Ávila Astudillo, subrayó el crecimiento y desarrollo continuo en recursos humanos, materiales, tecnológicos y de comunicación, adquiridos a través de la experiencia en numerosos desastres naturales ocurridos en México. Iniciado formalmente en octubre de 1966 en respuesta al desbordamiento del río Pánuco por el huracán Inés, el Plan DNIII se ha transformado en un modelo integral para la prevención y atención de desastres como inundaciones, sismos y deslaves.
Durante la ceremonia, más de 60 elementos, incluyendo el teniente de Fuerza Aérea Raylander Navarrete, fueron condecorados por su destacada labor en diversas divisiones del Plan DNIII, tales como operaciones en alta montaña, emergencias biológicas y rescate acuático. Navarrete compartió sus experiencias en misiones de búsqueda y salvamento, transporte de suministros médicos y apoyo en la lucha contra incendios forestales en colaboración con Conafor durante la pandemia.
El evento también contó con la participación de representantes de ejércitos de países como Brasil y Paraguay, quienes intercambiaron experiencias y conocimientos en la Conferencia de Ejércitos Americanos. Édgar Mendoza, asesor extranjero de Paraguay, elogió el compromiso del Ejército Mexicano en la mitigación de riesgos y su contribución a proyectos ambientales como el tratamiento de aguas residuales y la distribución de agua.
El comandante Ávila Astudillo concluyó su intervención destacando la importancia de la cooperación nacional e internacional en la protección civil: “Somos más fuertes juntos. Unidos, somos la gran fuerza de México”.