Tras los resultados de las elecciones en México, la Bolsa Mexicana de Valores registra una disminución del 4.9% en su Índice de Precios y Cotizaciones, marcando uno de los descensos más notables desde marzo de 2020.
Esta caída de la Bolsa Mexicana de Valores refleja la incertidumbre y la preocupación de los inversionistas ante el panorama político y económico del país bajo el liderazgo de la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum.
Con la victoria de Claudia Sheinbaum en la contienda presidencial y la previsión de una mayoría calificada para su partido, Morena, y sus aliados en el Congreso, los inversionistas temen posibles ajustes constitucionales que podrían impactar la estabilidad económica. Específicamente, preocupa la independencia del Banco de México y la calificación crediticia de la deuda soberana del país.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de un grupo financiero, señala que la presidenta enfrentará diversos desafíos económicos, entre ellos la reducción del déficit fiscal, la mejora de la infraestructura y el modelo de negocio de Pemex, así como el estímulo a la inversión privada y la reducción de la informalidad laboral.
Además, Siller destaca la importancia de aprovechar oportunidades como el nearshoring y la revisión del T-MEC en 2026, así como mejorar la calidad de la educación y los servicios de salud. En este contexto, es fundamental que la política económica inspire confianza en lugar de incertidumbre para los inversionistas.