Los empleados de los Museos Vaticanos han lanzado un llamado a las mejoras de sus condiciones laborales, desafiando abiertamente la autoridad del papa Francisco y expresando inquietudes sobre su seguridad y bienestar en el trabajo.
La demanda, presentada por cuarenta y nueve trabajadores y hecha pública este fin de semana, resalta la necesidad de mejoras en áreas como la antigüedad, las bajas por enfermedad y la compensación por horas extras. Además, destaca el impacto negativo de las medidas de reducción de costos en la salud y seguridad del personal.
Ni el portavoz del Vaticano ni el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, presidente del gobierno estatal del Vaticano y responsable de los museos, respondieron a las solicitudes de comentarios sobre el tema.
Este desafío legal subraya las tensiones entre las normativas laborales del Vaticano y los estándares europeos, evidenciando la falta de recursos para los trabajadores en el sistema judicial de la ciudad estado. Se espera que la respuesta del Vaticano a la demanda defina el próximo curso de acción.
Según la abogada vaticana Laura Sgro, representante de los trabajadores, la demanda busca respetar las enseñanzas sociales de la Iglesia católica y las propias peticiones de Francisco sobre dignidad y justicia laboral.
Los Museos Vaticanos, una fuente importante de ingresos para la Santa Sede, enfrentan este desafío mientras intentan recuperarse de los impactos financieros de la pandemia del COVID-19. Los trabajadores buscan no solo mejoras en sus condiciones, sino también transparencia y respeto a las normas laborales italianas.