La lucha contra la malaria en África, que concentra el 94% de los casos mundiales, enfrenta un momento crucial con la esperanza de la aprobación de dos nuevas vacunas.
Según expertos consultados en el Día Internacional del Paludismo, el año pasado se registraron 249 millones de casos, con más de 600,000 muertes. La mitad de estos casos se concentraron en Nigeria, República Democrática del Congo, Uganda y Mozambique.
A pesar de los esfuerzos, persisten desafíos significativos en la lucha contra esta enfermedad. La resistencia a los insecticidas y otros obstáculos han complicado los esfuerzos por reducir su incidencia.
El cambio climático también está ejerciendo un papel crucial, afectando la propagación de la malaria y aumentando su incidencia en regiones previamente menos afectadas.
Sin embargo, la aprobación de dos nuevas vacunas por parte de la Organización Mundial de la Salud en 2023, la RTS,S/AS01 (conocida como Mosquirix) y la R21/Matrix-M, brinda nuevas esperanzas
Aunque estas vacunas ofrecen inmunidad parcial, han mostrado resultados alentadores en su aplicación en Ghana, Kenia y Malaui.
Expertos en salud pública destacan la importancia de combinar estas nuevas vacunas con otras intervenciones de control existentes para lograr avances significativos en la lucha contra la malaria.
A pesar de los desafíos, los expertos mantienen una visión optimista. Señalan que estas nuevas vacunas podrían reducir la incidencia de la malaria en un 75% y ya están comenzando a desplegarse en varios países de África subsahariana.