Miles de indígenas marchan por Brasilia hacia la sede del Gobierno.
Donde el presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibió a una delegación que marchan para discutir la regularización de las tierras ancestrales en Brasil.
Los líderes indígenas entregaron a Lula un documento con varias reivindicaciones, incluyendo una mayor celeridad en la demarcación de tierras ocupadas por siglos por los pueblos originarios. Lula expresó su compromiso de trabajar por los derechos indígenas y garantizar su protección.
La marcha, organizada por la Articulación de los Pueblos Indígenas (Apib), contó con la participación de cerca de 9.000 indígenas, según estimaciones. Durante la reunión con Lula, los manifestantes realizaron rituales indígenas frente a la sede del Gobierno.
Aunque la demarcación de tierras indígenas se ha retomado bajo el Gobierno de Lula, quedan desafíos pendientes. De los catorce territorios listos para demarcación, solo diez han sido regularizados, mientras que cuatro están pendientes de negociación con hacendados que ocupan ilegalmente esas tierras.
Lula reconoció los desafíos heredados de la gestión de Bolsonaro pero se comprometió a seguir trabajando por los pueblos indígenas. El Campamento Tierra Libre concluirá con una reunión entre una delegación indígena y magistrados de la Corte Suprema, solo les pidió igual consideren más tiempo.