El Parlamento Europeo ha dado el visto bueno este miércoles a la salida de la Unión Europea del Tratado de la Carta de la Energía (TCE).
Este acuerdo, creado tras la era soviética para proteger las inversiones energéticas, ha sido objeto de debate debido a su falta de adaptación a los objetivos climáticos actuales del bloque.
Con un amplio respaldo de 560 votos a favor, 43 en contra y 27 abstenciones, la Eurocámara ha apoyado la propuesta del Consejo de la UE para que el bloque abandone de manera coordinada el TCE.
La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha expresado que mantenerse en el TCE podría perjudicar los intereses de la UE, ya que el tratado no se ha reformado y no está alineado con los objetivos climáticos ni con el principio de autonomía del bloque.
El Tratado de la Carta de la Energía, en vigor desde 1998 y firmado por 53 países, se concibió para brindar garantías adicionales a los inversores en el sector energético tras la caída del bloque soviético.
Sin embargo, su falta de actualización ha generado críticas, especialmente en lo referente a la protección de inversiones en combustibles fósiles y al uso de tribunales privados de arbitraje para resolver disputas.
La retirada de la UE del TCE refleja un choque entre Bruselas y los Estados miembros, algunos de los cuales desean mantenerse en el tratado mientras que otros prefieren salir.
El Parlamento Europeo ha presentado una propuesta para una salida coordinada del pacto, aunque algunos Estados miembros aún no han confirmado su adhesión a esta decisión.
El siguiente paso será la ratificación oficial de la decisión del Parlamento por parte del Consejo de la UE para que la salida del TCE tenga efecto.