Un sindicato que representa a ingenieros de Boeing ha acusado al fabricante de aviones .
De tomar represalias contra dos empleados que, en ese momento, trabajaban en nombre de la Administración Federal de Aviación (FAA) para supervisar la fabricación en Boeing.
Estas alegaciones surgieron tras una queja presentada por la Sociedad de Empleados Profesionales de Ingeniería Aeroespacial (SPEEA) ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales en nombre de uno de los ingenieros involucrados. El sindicato sostiene que los trabajadores insistieron en que la empresa reevaluara el trabajo de ingeniería previo en los modelos 777 y 787 para considerar nuevas directrices de la FAA emitidas en 2022.
Inicialmente, se rechazó rehacer el trabajo, pero luego accedió, aunque supuestamente tomó represalias contra los dos empleados en sus revisiones de desempeño.
Según SPEEA, uno de los trabajadores apeló una decisión de no cambiar su evaluación de desempeño, mientras que el otro renunció debido al trato recibido.
La denuncia, presentada el 18 de abril, afirma que ambos empleados recibieron calificaciones de desempeño degradadas después de plantear sus inquietudes, y que uno de ellos presentó un informe para cuestionar esta aparente represalia. Sin embargo, la empresa no proporcionó una copia del informe al sindicato tras investigar el incidente.
La empresa ha negado las acusaciones de represalias, afirmando que tras una extensa revisión no encontraron evidencia de tales acciones. La FAA ha confirmado que está investigando la situación.
Esta denuncia se suma a las preocupaciones previamente planteadas por un denunciante de la empresa al sindicato Sam Salehpour, sobre la fusión de fuselajes en los modelos 787 y 777, y alegaciones de represalias enfrentadas por el mismo. La situación subraya las tensiones entre los empleados y la dirección de Boeing en temas relacionados con la seguridad y la calidad del trabajo.