Las autoridades de Pakistán han movilizado a más de 100,000 policías y paramilitares en mezquitas y mercados en todo el país antes de la multitudinaria celebración del Eid al-Fitr, que conmemora el final del Ramadán, el mes del ayuno del islam.
Aunque los ataques durante el Eid son inusuales en el país, las agencias de inteligencia han advertido sobre posibles ataques insurgentes durante la festividad.
En los lugares donde se espera que personalidades de alto nivel acudan a rezar con motivo del Eid también se ha reforzado la seguridad. En Afganistán, las fuerzas talibanes también están en alerta máxima para garantizar la seguridad durante la festividad y se desplegarán por zonas concurridas, incluyendo mezquitas.
Abdullah Khan, analista de defensa, señaló que los insurgentes pueden apuntar a objetivos fáciles durante el Eid, ya que un gran número de personas rezan en mezquitas y espacios abiertos