El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha redoblado sus promesas de invadir la ciudad de Rafah, donde hay unos 1,4 millones de palestinos, la mayoría desplazados por los combates en otras zonas del territorio.
Estados Unidos ha advertido que una operación terrestre en Rafah sería un error y ha exigido ver un plan creíble para proteger a los civiles.
Mientras tanto, los mediadores internacionales han presentado una nueva propuesta de cese al fuego en Gaza. La propuesta incluye una pausa de seis semanas en los combates y el canje de 40 rehenes en poder de Hamás por al menos 700 palestinos encarcelados por Israel. Hamás tendría que entregar una lista de los rehenes que liberaría, así como de los prisioneros palestinos cuya liberación reclama. Hamás dijo que estaba revisando la propuesta.
Las tropas israelíes se retiraron el domingo de Jan Yunis, otra ciudad en el sur de Gaza, poniendo fin a una fase clave de la guerra. Funcionarios de defensa dijeron que sus fuerzas se reagrupaban antes de un asalto a Rafah. La cifra de muertos palestinos en la guerra ha rebasado los 33,200, con casi 76,000 heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza.
La presión internacional sobre Israel sigue aumentando, y Turquía ha restringido la exportación de docenas de productos a Israel en respuesta al rechazo de Israel a una petición de ayuda humanitaria a Gaza. Israel prepara un veto a la importación de varios productos turcos en respuesta a estas medidas.