“La evidencia de la que disponemos nos dice que es una medida efectiva y que ayuda a que el propio empaquetado no funcione como un reclamo publicitario en sí mismo, haciéndolo menos atractivo y contribuyendo también a tomar la decisión de dejar de fumar”, ha resaltado la ministra de Sanidad, Mónica García, en un desayuno sociosanitario de Europa Press.
Una medida, ya avanzada el pasado jueves por el director general de Salud Pública y Equidad en Salud, Pedro Gullón, que ya se está aplicando actualmente en muchos países como Australia, Francia, Noruega y Dinamarca, y que “está dando unos efectos evidentes”, ha añadido.
Desde hoy y hasta el próximo 23 de abril, los ciudadanos, organizaciones y asociaciones que así lo consideren, pueden hacer llegar sus opiniones sobre este proyecto, que reforma el real decreto 579/2017 que regula determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y relacionados.
El texto argumenta que “la protección de la salud” requiere de una “actualización urgente” de la normativa para abordar problemas como la estabilización en la reducción del consumo de tabaco y relacionados y la exposición de la población general, y particularmente joven, a nuevas formas de consumo de nicotina.
Además, justifica que hay una “falta de adecuación de la normativa actual a la mayor oferta de esos nuevos productos relacionados presentes en el mercado”, así como una pérdida de la efectividad de las advertencias sanitarias combinadas mientras se mantiene el atractivo del envasado o las carencias en la regulación de los cigarrillos electrónicos sin nicotina y de los productos a base de hierbas para fumar.
La reforma legislativa trata así de introducir en la regulación aplicable diversas medidas como las mejoras en el etiquetado y envasado con la introducción del empaquetado genérico y la “adecuada catalogación de los productos emergentes”.
También la prohibición de “aditivos y componentes que confieren aromas en tabaco” y en productos relacionados y que desvirtúan los objetivos de la normativa sanitaria o que pueden resultar más llamativos para los consumidores.
La presente iniciativa “pretende también ofrecer una mayor claridad, uniformidad y seguridad jurídica en el mercado de productos de tabaco y productos relacionados”, teniendo en cuenta el desarrollo del mismo a nivel nacional y europeo.
Se trata de la primera medida con la que Sanidad inaugura el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo (PIT) 2024-2027, que finalmente aprobó con el consenso del Consejo Interterritorial el pasado viernes.