La guerra en la Franja de Gaza ha llevado a una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, solicitando la suspensión del envío de armas a Israel, aumentando la presión sobre los aliados del país.
Estados Unidos encabeza la lista como el principal vendedor de armas a Israel, representando el 69% de las importaciones de armamento del país, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri). Este vínculo ha sido fundamental desde la Guerra de los Seis Días en 1967, consolidando la estrecha relación en defensa.
Alemania ocupa el segundo lugar, siendo responsable del 30% de las importaciones de armas de Israel. Sin embargo, las crecientes preocupaciones sobre el número de víctimas civiles en Gaza están llevando a un replanteamiento de esta relación. Italia, en tercer lugar, representa el 0.9% de las importaciones de armas de Israel.
Otros países como Francia, Reino Unido, Países Bajos, Canadá y Australia también proveen armas a Israel. Sin embargo, la muerte de siete voluntarios de la ONG World Central Kitchen ha intensificado la presión sobre estos países para detener las ventas de armas.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha condenado el uso de armas explosivas en Gaza y ha instado a la suspensión del suministro de armas a Israel. Además, un equipo de expertos de la ONU advirtió que cualquier transferencia de armas utilizada en Gaza podría violar el derecho internacional humanitario.
Países como los Países Bajos ya han detenido la exportación de partes para aviones de combate a Israel, citando un “riesgo claro” de violaciones graves a los derechos humanos. Bélgica, España y la empresa japonesa Itochu Corporation también han suspendido la transferencia de armas a Israel, en línea con las preocupaciones sobre el uso indebido de armas en el conflicto.