Al menos 224,244 muertes por COVID-19 en México podrían haberse evitado si el gobierno federal hubiera adoptado un enfoque diferente en la gestión de la emergencia sanitaria, según reveló la Comisión Independiente de Investigación sobre la pandemia.
“El alto número de fallecimientos no puede atribuirse únicamente a la situación del sistema de salud, la demografía o las condiciones preexistentes de salud en la sociedad mexicana, como la diabetes u obesidad”, explicó la comisión.
A través de un análisis matemático, se estima que al menos 224,244 vidas podrían haberse salvado si se hubiera implementado una estrategia diferente frente a la pandemia.
La comisión, presidida por el Dr. Jaime Sepúlveda, está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre el manejo de la pandemia, y algunas de sus conclusiones preliminares señalan una serie de errores cometidos por el gobierno federal:
- “Proceso fallido de toma de decisiones”.
- “Evidencia científica ignorada”.
- “Uso engañoso de datos”.
- “Abandono del personal de salud”.
- “Desprotección de sectores populares y grupos vulnerables”.
En cuanto a la gobernanza y gestión de la crisis, la comisión destacó un proceso fallido de toma de decisiones, caracterizado por la personalización excesiva, la persistencia en el error y el rechazo a la deliberación y la evidencia científica.
“La comunicación gubernamental se vio afectada por la minimización de la gravedad de la situación”, agregó la comisión.
El informe también señaló que el sistema de salud ya enfrentaba debilidades antes de la pandemia, exacerbadas por reformas regresivas y una política errática de subejercicio y recorte al gasto.
En términos socioeconómicos, la comisión resaltó la desprotección de sectores populares y grupos vulnerables debido a la falta de estímulos económicos y el aumento del gasto familiar en salud, lo que afectó especialmente a las personas de menores ingresos en términos de mortalidad, orfandad y esperanza de vida.