En el 75 aniversario de la OTAN, el Kremlin ha advertido que las relaciones entre Rusia y el bloque occidental se encuentran al borde de “la confrontación directa” debido a la implicación de los países aliados en la guerra en Ucrania.
Dmitri Peskov, portavoz presidencial ruso, comentó en una rueda de prensa que las relaciones han derivado a un nivel de confrontación directa y que la OTAN, en su configuración actual, no contribuye a la seguridad y la estabilidad en el continente europeo, sino que es un factor desestabilizador.
La tensión entre Moscú y la Alianza ha vivido momentos muy tensos desde 1949, tanto en tiempos de la Unión Soviética como con la Federación Rusa desde 1991. Sin embargo, la situación ha alcanzado límites insospechados desde que Rusia iniciara en febrero de 2022 la campaña militar en Ucrania, un conflicto que ha reforzado a la OTAN, algo que cogió al Kremlin con la guardia baja.
Peskov aseguró que la OTAN continúa demostrando su esencia como una alianza configurada como un instrumento de confrontación, especialmente en el continente europeo. Además, acusó a los aliados de la OTAN de reforzar la presencia de su infraestructura militar cerca de la frontera rusa, lo que ha sido uno de los argumentos esgrimidos por Moscú para invadir Ucrania.
La OTAN ha sido acusada por Rusia de participar directamente en la guerra en Ucrania al suministrar armamento a Kiev. Moscú ha condenado los comentarios de algunos líderes europeos sobre el posible envío de tropas a Ucrania y ha negado planes de atacar a países miembros de la OTAN. Sin embargo, la tensión sigue en aumento, y el antagonismo entre Moscú y la Alianza podría desembocar en una confrontación directa si no se logra un acuerdo diplomático que resuelva la situación en Ucrania.