Por Juan Carlos Cruz Tapia
@juancarlos.trader
Desde hace algunos años hemos estado expuestos a niveles relativamente altos de inflación, esta relatividad estará sujeta a la generación que usted pertenezca. Independientemente de ello, un tema que ha traspasado en el constante bombardeo de información es utilizar Bitcoin como herramienta de cobertura inflacionaria. Pero ¿podríamos tomarla realmente como una?
Ahí es donde entramos en el primer predicamento, una cobertura debe ser un instrumento o estrategia que apoye a mitigar la exposición de riesgo a determinados factores. En este caso, una cobertura inflacionaria debería ser un instrumento que mitigue la pérdida de poder adquisitivo de manera sostenida, es decir, que el avance de sus precios pueda ser similar a la inflación. Derivado de esto, el instrumento deberá tener una fuerte correlación con el avance de los precios en la economía para cumplir la función, ya sea negativa o positiva pero fuerte.
Para ello les pondré un ejemplo sencillo, si un día el médico nos indica que no podemos comer carne roja, la principal cobertura para ello será migrar a carne de pollo, pavo o pescado. ¿por qué? Porque aportará nutrientes y proteínas similares a la carne roja y suficientes para satisfacer las necesidades de nuestro cuerpo, es decir, una correlación positiva fuerte. Por el contrario, si lo sustituimos con golosinas podríamos experimentar una sensación de bienestar derivado del rush de azúcar consumida pero no estaremos nutriendo al cuerpo, es decir, sin correlación.
Tomando esto como inicio, el Bitcoin no debería tomarse como cobertura inflacionaria, ya que el hecho de que sus precios aumenten agresivamente en algunos periodos no lo correlaciona con el factor inflacionario (incluso hay periodos donde sus fuertes bajas en valor, actúan contra una potencial cobertura), lo que lo convertiría en un instrumento especulativo. Es decir, agregarlo en nuestro portafolio para intentar ganarle a la inflación sí podría ser un argumento válido, mas no el afirmar que sea una cobertura inflacionaria dada su volatilidad a través del tiempo. Como escribió un conocido portfolio manager hace un par de semanas, en los dos últimos años ha sido mejor salvaguarda de valor el chocolate que el Bitcoin, ironizando un poco esta postura de los criptolovers hacia la visión de la criptomoneda y su cobertura inflacionaria. En el siguiente gráfico podemos observar cómo en los dos últimos años, el precio del cacao ha aumentado en casi 250% contra un tímido 147% de la criptomoneda. Y esto no es necesariamente negativo, siempre he sido promotor de la inversión como generador de patrimonio en la sociedad y como conservador de valor en el mismo. Lo importante en este sentido es llamar a las cosas por su nombre y esto apoyará a tener una visión más clara de nuestros portafolios.
Aumento del precio del cacao vs. aumento del precio de Bitcoin en término de dólares. Fuente: Tradingview
Una alternativa para poder generar una cobertura inflacionaria pueden ser bonos gubernamentales como los Udibonos o los Bonos de Protección al Ahorro Bancario (BPA182) ambos pagan intereses cada seis meses y estos últimos cuentan con el mecanismo de pagar la tasa de Cetes de 182 días o la inflación del periodo en caso de que esta última sea mayor. Estas alternativas puedes encontrarlas en la plataforma de Cetes Directo si eres persona física o con tu casa de bolsa de cabecera si eres persona moral.
Para finalizar, es totalmente sano agregar activos alternativos a nuestro portafolio como lo son las criptomonedas, sabiendo de antemano su naturaleza y potenciales riesgos, esto nos evitará futuros dolores de cabeza. Adicionalmente una correcta selección y diversificación en bonos, acciones, divisas y materias primas agregarán una natural mitigación de riesgo de mercado. ¿Te gustaría saber más al respecto? Quédate pendiente de las siguientes publicaciones y mándame a mi cuenta de Instagram @juancarlos.trader cuáles son los temas de los que te gustaría que platicáramos. Hasta la próxima.