A pocos días de la entrada en vigor de la prohibición del uso del glifosato en México, anunciada en un decreto emitido el 13 de febrero de 2023, el gobierno pospone la medida ante la incapacidad del Conacyt para encontrar un sustituto adecuado, según comentó Juan Carlos Anaya, director de Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA).
Las secretarías de Economía, de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de Agricultura y Desarrollo Rural han comunicado que seguirán buscando una alternativa de herbicida de amplio espectro y baja toxicidad que pueda reemplazar al glifosato, manteniendo la productividad de los agricultores que utilizan este insumo. Sin embargo, esta decisión genera incertidumbre entre los productores del campo.
La Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos advierte que la prohibición del glifosato podría desencadenar una crisis de producción y causar malestar en el campo mexicano al privar a los agricultores de una herramienta esencial para la producción agrícola.
Según la UMFFAAC, la prohibición del glifosato sería un error que haría menos competitivos a los productores nacionales y podría resultar en una pérdida de hasta el 40% de la producción de cereales y otros cultivos al no contar con este herbicida ampliamente utilizado.
A pesar de que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasifica al glifosato como “probablemente cancerígeno”, otras agencias internacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), han cuestionado esta clasificación. Varias agencias de renombre en todo el mundo han aprobado el uso del glifosato de acuerdo con las indicaciones de etiqueta.