- Durante más de una década, la agencia de migraciones de Naciones Unidas ha documentado la trágica muerte de 63,000 migrantes y refugiados en todo el mundo, una cifra que sigue aumentando año tras año, revelando un panorama alarmante sobre la peligrosidad de la migración.
- A pesar de los esfuerzos gubernamentales para salvar vidas y combatir el tráfico de personas, las muertes de migrantes continúan en aumento, con el año 2023 marcando el pico más mortal registrado hasta la fecha.
- El reporte del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones señala que estas cifras podrían ser solo una fracción de las vidas perdidas en todo el mundo, debido a la dificultad para obtener y verificar información precisa sobre casos de migrantes desaparecidos.
- Más del 60% de las muertes documentadas están relacionadas con ahogamientos, siendo el Mar Mediterráneo la región donde se registra el mayor número de fallecimientos migrantes, seguido por otras zonas como la frontera entre México y Estados Unidos, el golfo de Adén y la bahía de Bengala.
- La falta de opciones seguras de migración ha llevado a los migrantes a recurrir a rutas cada vez más peligrosas y a depender de traficantes de personas, enfrentándose a condiciones extremas y riesgos mortales en su búsqueda de una vida mejor.
- A pesar de los desafíos, organizaciones no gubernamentales continúan desempeñando un papel crucial en las operaciones de búsqueda y rescate en el mar, aunque enfrentan obstáculos legales y burocráticos en algunos países europeos.
- La externalización del control de fronteras a países norteafricanos ha sido criticada por su impacto en los derechos humanos de los migrantes, lo que ha llevado a abusos y situaciones de explotación en centros de detención.
- Se destaca la urgente necesidad de crear opciones seguras de migración y de fortalecer las operaciones de búsqueda y rescate en el mar, en línea con el derecho internacional y el principio de humanidad, para evitar más pérdidas de vidas humanas en el futuro.