El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha firmado un proyecto de ley que prohíbe a los menores de 14 años tener acceso a las plataformas de redes sociales.
Además, exige que los jóvenes de 14 y 15 años obtengan el consentimiento de sus padres para utilizarlas, con el objetivo de proteger su salud mental de los riesgos online, según sus defensores.
La nueva ley obliga a las redes sociales a cancelar las cuentas de los menores de 14 años y de los menores de 16 que no cuenten con el consentimiento de sus padres. También les exige utilizar un sistema de verificación de terceros para verificar la edad de los usuarios.
Esta medida fue modificada tras la aprobación de un proyecto de ley en febrero que habría prohibido totalmente el acceso de menores de 16 años a las redes sociales. DeSantis vetó ese proyecto alegando que limitaba los derechos de los padres.
La nueva legislación, que entrará en vigor el 1 de julio, permitirá a los padres dar su consentimiento para que los adolescentes de 14 y 15 años participen en plataformas de redes sociales.
DeSantis afirmó que “las redes sociales perjudican a los niños de muchas maneras” y que esta legislación “da a los padres una mayor capacidad para proteger a sus hijos”.
Los defensores de la ley argumentan que ayudará a frenar los efectos negativos de las redes sociales en la salud mental de los niños, como la ansiedad y la depresión. Sin embargo, los críticos opinan que viola la libertad de expresión protegida por la Primera Enmienda y que son los padres, no el Gobierno, quienes deben tomar decisiones sobre la presencia online de sus hijos.
La empresa matriz de Instagram y Facebook, Meta, se opuso a la legislación, argumentando que limitaría las facultades de los padres y plantearía problemas de privacidad de datos.
La nueva ley no menciona ninguna red social específica, pero se dirige a aquellas que promueven la “navegación infinita”, muestran métricas de reacción como los “me gusta”, incluyen vídeos de reproducción automática y disponen de retransmisiones en directo y notificaciones push.
Los sitios web y aplicaciones cuya función principal sea el correo electrónico, la mensajería o los mensajes de texto entre un remitente y un destinatario concretos quedan exentos de esta ley. Las empresas de redes sociales que no cumplan con la normativa podrán enfrentar demandas civiles.