Tras la aprobación en la Cámara de Representantes, el presupuesto federal de 1.2 billones de dólares pasa ahora al Senado, que tiene hasta la medianoche de este viernes para adoptarlo.
La congresista republicana Marjorie Taylor Greene ha presentado una “moción para anular” la adopción del presupuesto, respaldada por Johnson, considerando una “traición” la aprobación. Esta situación ha avivado una batalla interna entre conservadores tradicionales y trumpistas.
Si el Senado no adopta el presupuesto, se producirá el corte de fondos para administraciones públicas y su consecuente cierre temporal, conocido como “shutdown”. La ley contempla 1.2 billones de dólares de financiamiento y sus efectos se sentirían a principios de la semana que viene.
El proyecto de ley extendería el presupuesto hasta el final del año fiscal, el 30 de septiembre, y contiene medidas con fuertes repercusiones en el extranjero, como la prohibición de financiación directa a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, y la destinación de cientos de millones de dólares a Taiwán, entre otras medidas relacionadas con la migración y asuntos internacionales.