En medio de la expansión del mortífero conflicto en Sudán, los campamentos de refugiados en el este de Chad se enfrentan a una crisis humanitaria sin precedentes, con la perspectiva de quedarse sin fondos en un futuro cercano, según alerta Naciones Unidas.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha advertido este mes sobre la inminente pérdida de acceso a la ayuda vital que podría salvar vidas para más de un millón de personas en Chad, incluidos los refugiados. Esta situación se produce en un contexto en el que el conflicto en Sudán ha provocado la muerte de miles de personas y el desplazamiento de millones.
En Chad, la cantidad de refugiados es la más alta en 20 años, y la falta de recursos financieros amenaza con agravar aún más la crisis en los campamentos de refugiados, donde la escasez de agua potable y servicios sanitarios está generando la propagación de enfermedades peligrosas, como la hepatitis E.
Médicos sin Fronteras ha reportado casi 1,000 casos de hepatitis E en los campamentos, junto con un preocupante número de muertes, especialmente entre mujeres embarazadas. La falta de infraestructura sanitaria y el acceso limitado a agua limpia representan graves riesgos para la salud de los residentes en los campamentos.
Ante esta situación, la necesidad de acción urgente es evidente. La falta de financiamiento adecuado está abrumando la respuesta humanitaria en Chad, y se requiere un aumento significativo en los fondos para evitar que la situación se convierta en una catástrofe humanitaria a gran escala.