El Banco de México (Banxico) ha tomado la decisión histórica de recortar su tasa de interés por primera vez en tres años, estableciéndola en un 11 por ciento, con efecto a partir del próximo viernes 22 de marzo. Esta medida, que va en contra de su postura previa, responde al análisis del panorama inflacionario actual.
Sin embargo, esta decisión no fue unánime, ya que la subgobernadora Irene Espinosa votó a favor de mantenerla en un 11.25 por ciento. El recorte a la tasa de interés busca influir en las tasas de largo plazo de los créditos y depósitos ofrecidos por los bancos, en un intento por estimular la actividad económica en un contexto de desaceleración inflacionaria.
En cuanto a la proyección inflacionaria para 2024, Banxico estima que la inflación cerrará en un 3.6 por ciento, ligeramente por encima de su pronóstico anterior. Aunque se espera que la inflación converja a la meta en el segundo trimestre de 2025, el Banco Central ha anunciado ajustes marginales en algunos trimestres para mantenerla bajo control.
Este movimiento del Banxico tendrá repercusiones directas en la economía y en los ciudadanos mexicanos, quienes podrían ver cambios en las tasas de interés de créditos y depósitos, así como en la actividad económica en general.