Expertos legales han publicado duras críticas sobre el reciente “juicio del siglo” en el Vaticano, destacando violaciones de derechos básicos de defensa y del estado de derecho que podrían tener consecuencias significativas para la Santa Sede. Estas críticas se centran en la intervención del Papa Francisco, quien modificó secretamente el derecho vaticano a favor de los fiscales durante la investigación, y cuestionan la independencia del tribunal, cuyos jueces juran fidelidad al pontífice.
Los expertos advierten que estas anomalías podrían plantear problemas durante las apelaciones de las nueve personas condenadas por delitos financieros vinculados con una inversión inmobiliaria en Londres. Además, podrían afectar la conformidad de la Santa Sede con las normas europeas, según el Consejo de Europa.
Entre las críticas, se destaca el hecho de que los decretos ejecutivos emitidos por el Papa durante la investigación dieron a los fiscales poderes extraordinarios sin supervisión judicial, lo que socavó el derecho a un juicio justo. Se argumenta que los jueces del Vaticano no son verdaderamente independientes, ya que están sujetos a la influencia del pontífice.
Estas críticas plantean interrogantes sobre la legitimidad del sistema judicial del Vaticano y podrían llevar a la negativa de otros países a reconocer sus sentencias si se considera que no cumplen con los estándares internacionales de justicia. En última instancia, el juicio ha generado preocupaciones sobre el respeto del Vaticano por los principios fundamentales del estado de derecho y los derechos humanos.