Peter Navarro, excolaborador del gobierno de Donald Trump, compareció ante las autoridades penitenciarias en Miami el 19 de marzo de 2024, para comenzar a cumplir su condena por desacato al Congreso en relación con la investigación sobre el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.
Navarro mantuvo una postura desafiante frente a los periodistas reunidos en las inmediaciones del complejo penitenciario federal, expresando su descontento con el sistema judicial y afirmando que su ingreso en prisión suponía un golpe a la separación de poderes y al privilegio ejecutivo.
El exasesor de la Casa Blanca argumentó que no pudo cooperar con la investigación del Congreso debido a la invocación del privilegio ejecutivo por parte de Trump. Sin embargo, los tribunales rechazaron esta justificación al no presentar pruebas de que Trump hubiera ejercido dicho derecho.
A pesar de solicitar permanecer en libertad mientras apelaba su condena, el tribunal de apelaciones federal de Washington denegó su petición, lo que llevó a Navarro a ingresar en prisión para cumplir una sentencia de cuatro meses.
Navarro se convierte así en el segundo asesor de Trump condenado por desacato al Congreso, tras Steve Bannon. Este último también fue sentenciado a cuatro meses de cárcel, aunque se le permitió permanecer en libertad mientras apelaba su caso.
La condena de Navarro se basó en su negativa a cumplir con una citación para entregar documentos y prestar declaración ante la comisión de la Cámara de Representantes encargada de investigar el asalto al Capitolio. Durante su tiempo como asesor comercial de Trump, Navarro promovió teorías infundadas sobre un presunto fraude electoral en las elecciones de 2020, que finalmente ganó el actual presidente Joe Biden.