Unilever, la multinacional británica líder en productos de higiene y alimentación, ha anunciado este martes su decisión de deshacerse de su división de helados, que incluye marcas icónicas como Ben & Jerry’s y Magnum.
Esta medida se traducirá en la supresión de 7,500 puestos de trabajo en todo el mundo, con el objetivo de generar un ahorro estimado de unos 870 millones de dólares en los próximos tres años.
La compañía explicó que esta decisión se debe a un volumen de ventas menor de lo esperado en su división de helados, lo que ha llevado a una necesidad de reestructuración para optimizar su rendimiento financiero. La reducción de empleos afectará aproximadamente al 6% de su plantilla global de 128,000 trabajadores.
Unilever considera la posibilidad de una escisión de la división de helados con una cotización separada en bolsa como la opción más probable, aunque también se explorarán otras alternativas para maximizar los retornos para los accionistas.
Esta no es la primera vez que Unilever realiza movimientos importantes en su cartera de marcas. En diciembre, la empresa acordó la venta de Elida Beauty, otra de sus divisiones de belleza y cuidado personal. Además, hace dos años completó la venta de su negocio mundial de té, incluyendo marcas como Lipton y PG Tips.
Los inversores han reaccionado positivamente a estos anuncios, reflejado en un incremento del 3.76% en las acciones del grupo en la Bolsa de Londres. Este cambio estratégico en la cartera de Unilever, influenciado en parte por el multimillonario estadounidense Nelson Peltz, miembro de la junta directiva desde 2022, refleja la intención de la empresa de centrarse en sus 30 marcas principales y lograr un crecimiento sostenido en sus ingresos.
Con esta reestructuración, Unilever busca mantener su posición como una de las principales empresas en el sector de bienes de consumo, adaptándose a las condiciones del mercado y buscando maximizar el valor para sus accionistas a largo plazo.