Por Juan Carlos Cruz Tapia (@juancarlos.trader)
ALV (algún logro vendrá) en el ecosistema del ahorro para el retiro, en las últimas semanas hemos estado en contacto con diversas propuestas en términos de las pensiones y los apoyos para las personas de la tercera edad. Si hay que bajar la edad, si a los 60 años, a los 57, a los 55… ¿por qué no? A los 30. Este escrito no pretende abordar el tema con ningún tinte político ni cercano, incluso, la idea principal es no depender de las ideas y propuestas de campaña para poder acceder a un retiro digno.
De acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la edad mediana de los mexicanos ha escalado de manera importante en las últimas tres décadas, donde para 1995 la edad mediana en el país era de 21 años, mientras para 2020 fue de 29 años. Esto con el pasar de los años y la baja tasa de natalidad, creará un fenómeno de pirámide invertida que podría presionar los servicios de salud, el fondeo de las pensiones mínimas garantizadas y las finanzas públicas. ¿Cómo poder comenzar a blindarnos ante un tsunami que llegará en 20 años?
Un primer paso será comenzar un fondo donde invertirás tus recursos excedentes a partir de un presupuesto, no es necesario que sean cantidades estratosféricas, podemos comenzar con un equivalente en UDIS de manera semanal siguiendo el siguiente ejemplo:
Edad | UDIS a la semana | Equivalente en pesos* |
20 – 30 años | 10 | $ 81 |
31- 40 años | 20 | $ 162 |
41 – 50 años | 30 | $ 243 |
51 – 60 años | 40 | $ 324 |
61 – 70 años | 50 | $ 405 |
Recuerda que al referenciar la cantidad de ahorro en UDIS, estaremos aumentando nuestras aportaciones de acuerdo con la inflación general que se vaya desarrollando en el país, es así como tendremos un mecanismo que nos apoyará a mantener el poder adquisitivo. Adicionalmente estos recursos deberán estar invertidos preferentemente en instrumentos que brinden rendimientos, dependiendo de tus conocimientos en la materia puedes invertir en fondos de inversión, bonos gubernamentales, acciones, divisas, criptoactivos, entre otros. Si no te quieres complicar la decisión, en plataformas como Cetes Directo, puedes acceder a bonos del gobierno federal denominados en UDIS (Udibonos) que aparte de la inflación te brindan una tasa de rendimiento, por lo que tu poder adquisitivo también avanzará.
Bajo esta misma idea, una segunda alternativa será iniciar un PPR (Plan Personal de Retiro), mismo que tiene la ventaja de invertir nuestros recursos, pero de manera adicional nos permitirá hacerlo deducible de impuestos en la declaración anual, lo que permitirá disminuir tu base gravable. En este sentido, las aportaciones a tu PPR son adicionales al monto de deducciones personales que puedes ingresar en tu declaración, así que tu devolución podría ser mayor, teniendo un doble beneficio al preocuparte por tu retiro.
Una tercera alternativa (un tanto más emocionante pero así demandante) será el emprendimiento, generar una entrada adicional de ingresos. Ya sea que tengas experiencia previa o nos encontremos en situación de godinato, el emprendimiento nos dotará de mucho aprendizaje, herramientas que podrán exponenciar nuestras habilidades y eventualmente una fuente adicional de ingresos. Este camino podría tener menos auto-pilot que las primeras dos alternativas, pero a su vez puede traer retornos más altos con el mismo capital invertido. Siendo así una excelente opción cuando deseamos construir un patrimonio a futuro. Para ello debemos definir nuestro plan de negocio, ser lo más administrados posible y a medida de las posibilidades reinvertir las utilidades con el fin de asegurar la supervivencia, generación de valor y crecimiento de nuestro negocio en el largo plazo.
Así que ¡manos a la obra! no dependamos exclusivamente de una cuenta individual de afore para poner en orden nuestra pensión, la constancia en aportaciones y la constante búsqueda de oportunidades nos apoyará a tener éxito en este gran camino.