El papa Francisco respondió a los comentarios de los sacerdotes españoles que expresaron en una tertulia su deseo de que él “pudiera ir al cielo cuanto antes”, manifestando que les dan “lástima” y que no cree que sean “gente mala”, sino “gente triste”.
Los comentarios realizados por estos curas en la tertulia del 22 de febrero, dirigida por Francisco José Delgado Martín, generaron una gran controversia, incluso los propios religiosos reconocieron que habían sido de “mal gusto”.
En sus reflexiones a una delegación que lo visitó en el Vaticano, el Papa también habló sobre el futuro de la Iglesia española y destacó que “en España hay mucha gente que trabaja bien, y hay pequeños grupos de resistencia”. Reconoció que existen divergencias sobre temas como la bendición de parejas homosexuales o de divorciados con los obispos españoles, pero negó enfrentamientos, indicando que “hay gente buena, pero que no está de acuerdo”.
El Papa no ve cercano ni su fallecimiento ni su dimisión, señalando que esta última sería una “hipótesis lejana” que solo ocurriría en caso de un “padecimiento grave”. Sin embargo, reconoció que durante sus hospitalizaciones, algunos en la Santa Sede estaban más interesados en la política y en hacer campaña electoral que en su salud.