La emblemática ciudad de Nueva York se tiñó de verde este sábado para conmemorar sus raíces irlandesas con el renombrado desfile de San Patricio, reconocido como el más grande y antiguo del mundo, convocando a una impresionante multitud de casi dos millones de asistentes.
El desfile, con sus orígenes que se remontan a 1762, dio inicio a las 11 de la mañana en el corazón de Manhattan para luego desfilar por la icónica Quinta Avenida, pasando frente a la majestuosa Catedral de San Patricio, y concluyendo en el distrito de Upper East Side, en paralelo a Central Park.
Encabezando la comitiva se encontraban Margaret Timoney, máxima ejecutiva de la empresa cervecera Heineken USA, y el arzobispo católico de Nueva York, Timothy Dolan, atrayendo a unas 150,000 personas a lo largo del recorrido.
A pesar de que el Día de San Patricio es oficialmente el domingo, el desfile se adelantó por motivos religiosos.
Tras el desfile, la celebración se prolongó en las cervecerías del centro de la ciudad, muchas de las cuales tienen sus raíces en la cultura irlandesa, llenando las calles con música y un ambiente festivo.
Las autoridades desplegaron un importante dispositivo de seguridad para garantizar el desarrollo pacífico del evento, sin que se reportaran incidentes.
Si bien la festividad tiene sus orígenes en un contexto religioso, conmemorando la muerte del predicador que cristianizó a la Irlanda celta en el siglo V, se ha convertido en una ocasión para celebrar la rica cultura irlandesa, extendiendo la tradición de los desfiles por todo Estados Unidos, un país con una destacada comunidad de origen irlandés.
El desfile contó con la participación de diversos batallones y bandas de guerra, rindiendo un vibrante homenaje a la herencia y la identidad irlandesas.