Rusia se encuentra en pleno proceso electoral, con la segunda jornada de votación de unas elecciones que prácticamente garantizan otro mandato para el presidente Vladimir Putin. Las imágenes muestran a ciudadanos ejerciendo su derecho al voto en centros electorales de San Petersburgo.
Estas elecciones se llevan a cabo en un contexto de represión a la prensa independiente y a grupos de defensa de los derechos humanos. La falta de oposición real se hace evidente, con tres rivales simbólicos en la boleta electoral, todos ellos afines al Kremlin y que evitan criticar a Putin o sus políticas.
A pesar de los esfuerzos para mantener el proceso electoral ordenado, se han reportado actos de vandalismo, como el vertido de líquido verde en las urnas como homenaje a Alexei Navalny, fallecido recientemente en una colonia penal. Este tipo de acciones reflejan la persistente tensión política en el país.
La guerra en Ucrania también ha dejado su huella, con bombardeos y ataques de drones que han afectado a ciudades rusas en la frontera. A pesar de estos desafíos, el Kremlin espera una alta participación electoral para legitimar el mandato de Putin y respaldar su gestión en medio del conflicto.
La falta de opciones reales para los votantes y la limitada presencia de observadores internacionales destacan las críticas a estas elecciones, que muchos líderes occidentales han calificado como una parodia democrática. Sin embargo, para Putin y sus partidarios, estas elecciones son una oportunidad para reafirmar su liderazgo y continuar con sus políticas en el país.