Después de un acuerdo entre funcionarios y defensores de derechos humanos, algunos migrantes en la Ciudad de Nueva York podrían ver denegado formalmente el acceso a viviendas de emergencia después de 30 días, según anunció el alcalde Eric Adams.
El acuerdo, derivado de una solicitud del alcalde para suspender el requisito de alojamiento durante un estado de emergencia, establece que la ciudad puede decidir caso por caso si conceder a un migrante la posibilidad de quedarse en un albergue por más de 30 días. Esto se determinará en función de los esfuerzos significativos demostrados para reasentarse, como la búsqueda activa de vivienda o la inscripción en programas de reasentamiento.
El acuerdo busca resolver la acumulación de migrantes que vuelven a solicitar alojamiento en los refugios y garantizar acceso continuo a servicios básicos como baños, duchas y alimentos. Se espera que la ciudad comparta datos sobre la población migrante en los refugios y se comprometa a restaurar el derecho al refugio sin restricciones cuando la emergencia humanitaria termine.
Aunque alrededor del 60% de los migrantes han logrado salir del sistema de acogida, según la vicealcaldesa Ana Almanzar, el requisito de refugio en Nueva York ha estado en vigor durante más de cuatro décadas. Este cambio busca abordar las preocupaciones sobre la carga adicional que suponen los constantes cambios de domicilio para los migrantes que solicitan asilo.