La posible extradición de Julian Assange a Estados Unidos representa una grave preocupación para su padre, John Shipton, quien afirma que sería prácticamente una sentencia de muerte para el fundador de WikiLeaks y un golpe a la libertad de prensa, según declaraciones ofrecidas.
Shipton expresó su preocupación por las condiciones físicas de Assange, describiendo el proceso como desgastante para él. Si Assange es extraditado, enfrentaría cargos por 17 delitos de espionaje e inclusión informática, lo que podría resultar en una posible condena de hasta 200 años de prisión debido a la revelación de documentos confidenciales sobre actividades militares y diplomáticas estadounidenses.
Actualmente, Assange se encuentra en medio de una apelación ante la justicia británica, siendo esta su última oportunidad legal para evitar la extradición. La defensa de Assange ha argumentado el riesgo de muerte en caso de ser llevado a Estados Unidos.
John Shipton destacó el respeto y admiración hacia el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificándolo como un hombre incuestionable. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre el destino de Assange y las repercusiones de su posible traslado a Estados Unidos.