Polonia ha anunciado la retirada de 50 de sus embajadores, todos ellos nombrados por la anterior administración de tendencia derechista, como parte de una revisión estratégica de sus misiones diplomáticas en el extranjero. El Ministerio de Relaciones Exteriores, liderado por Radek Sikorski, hizo pública esta decisión, respaldada por el primer ministro Donald Tusk, con el objetivo de fortalecer y adaptar el cuerpo diplomático a los desafíos actuales.
Aunque no se han revelado los nombres de los embajadores afectados, se espera que esta medida permita una implementación más eficiente y profesional de la política exterior polaca en un contexto internacional complejo.
Si bien la aprobación final de esta decisión podría encontrarse con obstáculos, dada la posible oposición del presidente Andrzej Duda, el gobierno actual considera que es crucial contar con un equipo de enviados leales en un momento crítico, especialmente ante los desafíos planteados por la situación en Ucrania.
Donald Tusk destacó que este ajuste no busca ser una represalia contra los funcionarios anteriores, sino más bien una medida necesaria para fortalecer la diplomacia polaca en un momento desafiante. Además, expresó su aprecio por el desempeño del embajador de Polonia en Washington, Marek Magierowski, sugiriendo que su puesto podría no verse afectado por estos cambios.