Una tragedia golpea a Birmania luego de que al menos dos personas perdieran la vida y más de treinta quedaran desaparecidas tras una avalancha de barro y agua en una mina de jade en el norte del país.
El suceso tuvo lugar en Hpakant, una zona montañosa remota del estado de Kachin, al norte de Birmania.
“Encontramos dos cuerpos cerca de la orilla (de un lago en Hpakant). Pero las labores de rescate son complejas debido al lodo y la cifra exacta de fallecidos es incierta (…) Estimamos que hay 30 personas desaparecidas, ya que el incidente ocurrió durante el horario laboral”, declara un miembro de los equipos de rescate a Eleven Media.
Un grupo de trabajadores logró escapar ileso de la avalancha y fueron trasladados al hospital de Hpakant.
De acuerdo con un minero citado por Eleven Media, resulta difícil determinar cuántas personas estaban trabajando en la mina en ese momento, ya que también participan informalmente “grupos armados” no registrados como trabajadores.
Birmania ha estado sumida en el caos desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, exacerbando la guerra civil que ha azotado al país durante décadas, con la emergencia de nuevas milicias, incluidas fuerzas prodemocráticas que desafían a los militares.
Este tipo de tragedias son comunes en Hpakant, el epicentro de las minas de jade más grandes y lucrativas del mundo, donde los mineros trabajan en condiciones extremadamente peligrosas.
Las minas de jade atraen a miles de birmanos empobrecidos de todo el país, pero los beneficios son escasos y los riesgos, elevados.
Birmania es el principal productor mundial de jadeíta, una valiosa variedad de jade extraída principalmente de las montañas de Kachin y muy codiciada en China, destino principal de las exportaciones.