Jaime Barrera, destacado periodista en Jalisco, ha compartido detalles sobre su reciente secuestro y posterior liberación en una serie de entrevistas con varios medios de comunicación. La noticia sobre su localización fue inicialmente difundida por su hija, Itzul Barrera, quien expresó alivio por el retorno de su padre a casa a través de las redes sociales.
Según los relatos de Barrera, el incidente ocurrió luego de que fuera abordado y conducido a la fuerza desde las instalaciones de una radiodifusora, justo después de concluir su programa. Durante su cautiverio, Barrera pasó la mayor parte del tiempo con los ojos vendados y fue trasladado a al menos dos domicilios diferentes. A pesar de las circunstancias, nunca logró ver a sus captores y permaneció atado de manos, siendo colocado en diversas posiciones incómodas.
Aunque no se exigió ningún rescate para su liberación, Barrera enfatiza que este incidente no encaja en el molde típico de secuestro. En lugar de ello, sugiere que se trató más bien de una advertencia directamente relacionada con su trabajo periodístico. Durante su confinamiento, fue sometido a un interrogatorio sobre los temas y noticias que suele cubrir en su labor profesional, lo que lleva al periodista a sospechar que se trató de un intento de intimidación por parte de quienes lo retuvieron.
Tras ser liberado, Barrera fue dejado en la estación de autobuses de Magdalena, Jalisco, desde donde solicitó ayuda y fue resguardado por la Guardia Nacional hasta llegar a su residencia.
El periodista agradece el apoyo recibido tanto del ámbito periodístico como de la sociedad en general, y tiene la intención de apelar a los protocolos de defensa destinados a proteger a los periodistas en situaciones similares. Barrera planea reintegrarse a sus actividades habituales a partir de la próxima semana.
Mientras tanto, la investigación sobre el incidente sigue en curso por parte de la Fiscalía de Jalisco, que confirma la buena salud de Barrera y se compromete a esclarecer los hechos y capturar a los responsables.