El inicio del mes sagrado musulmán del Ramadán muestra diferencias regionales este año, con Asia y Oriente Medio marcando el comienzo de la festividad en días diferentes debido a las variaciones en la observación de la luna creciente.
En países como Arabia Saudí, Egipto, Siria, Sudán y Emiratos Árabes Unidos, el Ramadán comenzó al amanecer del lunes, mientras que en la región de Asia-Pacífico, países como Australia, Brunéi, Indonesia, Malasia, Singapur, India, Pakistán y Bangladesh iniciaron los festejos el martes. Estas diferencias se deben al calendario lunar islámico, que determina el inicio de los meses según la avistación de la nueva luna, lo que puede provocar variaciones de uno o dos días.
Durante el Ramadán, los musulmanes practican el ayuno diurno, evitando comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales desde el amanecer hasta el anochecer. El ayuno pretende acercar a los fieles a Dios y recordarles el sufrimiento de los menos afortunados. Además del ayuno, se realizan oraciones vespertinas, conocidas como “tarawih”, y se promueven prácticas religiosas más profundas, como evitar los chismes y las riñas, y realizar actos de caridad.
En Indonesia, un país con una gran población musulmana, el Ramadán se celebra con coloridos desfiles con antorchas, limpieza de tumbas familiares, preparación de desayunos antes del amanecer y elaboradas comidas para el iftar, la ruptura del ayuno al anochecer. Cada región tiene sus propias tradiciones para celebrar el inicio del Ramadán.
En Malasia, las mezquitas comienzan a preparar el bubur lambuk, un plato tradicional de gachas con carne y especias que se distribuye gratuitamente durante el Ramadán. Sin embargo, los críticos instan a la población a evitar el derroche de comida durante este mes sagrado, recordando la importancia de la solidaridad y la moderación.
El Ramadán no solo es un período religioso, sino también una época emocionante para los negocios, con hoteles, restaurantes y cafeterías ofreciendo promociones especiales, y los compradores llenando los centros comerciales en busca de ropa nueva y decoraciones para el Eid al-Fitr, que marca el final del Ramadán.