La Corte Suprema de Estados Unidos ha extendido la suspensión de una nueva ley de Texas que generó controversia y permitiría a la policía estatal detener a personas sospechosas de cruzar ilegalmente la frontera desde México.
Esta medida se produce mientras funcionarios estatales y federales se preparan para enfrentarse sobre la autoridad en materia de inmigración.
El juez del Supremo Samuel Alito emitió la orden de extensión de la suspensión hasta el próximo lunes, otorgando una semana adicional para que la corte estudie el caso. Esta ley ha sido considerada por muchos como el intento más extremo de un estado para reprimir la inmigración desde la polémica ley de Arizona, parcialmente anulada por el tribunal supremo en 2012.
La ley fue rechazada por el juez federal David Ezra el mes pasado, quien la consideró anticonstitucional. Sin embargo, una corte federal de apelaciones suspendió el fallo y el Departamento de Justicia solicitó la intervención de la Corte Suprema.
El gobernador republicano Greg Abbott sancionó la ley en diciembre como parte de sus medidas en el estado fronterizo con México para controlar el cruce no autorizado de migrantes, en un momento en que las cifras de cruces ilegales alcanzan niveles récord.
La ley otorgaría a los jueces locales el poder de ordenar a los migrantes arrestados salir del país o enfrentar acusaciones por entrar ilegalmente. Funcionarios federales han argumentado que la ley perjudicaría la capacidad del gobierno para hacer cumplir las leyes de inmigración y afectaría las relaciones con México.
Esta suspensión prolongada refleja la compleja y tensa situación en la frontera sur de Estados Unidos y subraya los desafíos legales y políticos en torno a la inmigración en el país.